domingo, 24 de mayo de 2015

EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE




 SINOPSIS
Cuando el senador Ransom Stoddard (James Stewart, 'Historias de Filadelfia') acude junto a su mujer al funeral de uno de sus amigos más cercanos en el pequeño poblado de Shinbone, un periodista se entromete en su camino dispuesto a conocer más detalles sobre su relación con el fallecido. La historia inicia entonces un viaje en forma de flashbacks para conocer todo lo que le aconteció a Ransom.
En su tiempo, Stoddard era un pulcro abogado que siempre iba en pos de la verdad, hasta que su destino le llevó a la pequeña población de Shinbone, recientemente asaltada por una banda de forajidos. Stoddard conoce a Hallie (Vera Miles, 'Psicosis'), una mujer de la que se enamorará, pero también a Tom Doniphon (John Wayne, 'Valor de ley'), un tipo atípico, taciturno y con carácter, que también está enamorado de Hallie. Al poco de su llegada a Shinbone, en el pueblo hace acto de presencia Liberty Valance (Lee Marvin, 'La ingenua explosiva'), el líder de una temerosa banda de ladrones que atemoriza a la población.
Valance se enfrenta con Stoddard, al que lleva tiempo provocando. A pesar de que el abogado hace tiempo que dejó de resolver conflictos en duelo, acaba aceptando el reto de Valance. Stoddard consigue disparar a Valance antes de que él haga lo mismo, pero se sorprende por la efectividad del disparo. Más tarde, Doniphon le asegurará que él fue quien disparó desde las sombras, dejando que Stoddard se lleve los credenciales, y también el amor de Hallie, con la que se casa. La historia vuelve al tiempo presente, donde Stoddard regresa en ferrocarril a Washington junto a Hallie, recordando a Doniphon, a cuyo funeral había
ido.







FICHA TÉCNICA

Título original: The Man Who Shot Liberty Valance

Año: 1962

Duración: 119 min.

País:  Estados Unidos

Director: John Ford

Guión: James Warner Bellah & Willis Goldbeck (Historia: Dorothy M. Johnson)

Música: Cyril Mockridge (AKA Cyril J. Mockridge)

Fotografía: William H. Clothier (B&W)

Reparto: James Stewart, John Wayne, Lee Marvin, Vera Miles, Edmond O'Brien, Andy Devine, Ken Murray, John Carradine, Jeanette Nolan, John Qualen, Woody Strode, Lee Van Cleef, Strother Martin, Denver Pyle

Productora: Paramount Pictures






CRÍTICA

“El Hombre que Mató a Liberty Valance” vendría a ser, como el canto del cisne de una manera de hacer películas del Oeste, de contar esas historias inmortales de sheriffs, pistoleros, ganaderos, granjeros, soldados de caballería, pieles rojas, forajidos, mujeres abnegadas o de vida airada y demás fauna, y el situar tanto en el principio como en el fin de todo un estilo a John Ford y a John Wayne, como alfa y omega, vendría a subrayar la naturaleza circular de este dilatado ciclo, su carácter de construcción coherente, concluida con un punto final…

“El Hombre que Mató a Liberty Valance” es una película eminentemente simbólica, que ilustra a la perfección el desarrollo de los Estados Unidos como nación y sociedad, el paso de una a otra fase de su historia cotidiana, del parto violento y doloroso al crecimiento irresistible. E igualmente simbólicos son todos y cada uno de sus principales protagonistas, que encarnan diversas posturas ante la vida y la sociedad, y a quienes John Ford sabe pintar y describir con gran riqueza de matices y su habitual maestría.



RELACIÓN CON EL TEMA DE FILOSOFÍA

La creación del Estado






JOHN FORD

John Ford (1 de febrero de 1894 - 31 de agosto de 1973) —bautizado como John Martin Feeney— fue un actor, director y productor cinematográfico estadounidense, cuatro veces ganador del Premio de la Academia. Con una carrera profesional de más de 50 años, en la que participó en casi todas las facetas del arte cinematográfico antes de dedicarse a la dirección, Ford dirigió más de 140 películas, muchas de ellas de cine mudo, y está ampliamente considerado uno de los cineastas más importantes e influyentes de su generación, siendo muy respetado por otros colegas de su profesión como Ingmar Bergman y Orson Welles quienes lo consideraban como uno de los grandes directores de cine de todos los tiempos. Fue también marino y militar. Participó en la Segunda Guerra Mundial como oficial de los servicios cinematográficos de la Armada de los Estados Unidos y fue herido en combate durante la Batalla de Midway. Tras el final de la guerra continuó siendo reservista, colaboró en la realización de documentales durantes la Guerra de Corea y la de Vietnam y alcanzó el grado de contraalmirante.
 
Diez de sus mejores películas son:

La Diligencia

Las Uvas de la Ira

La ruta del tabaco

¡Qué verde era mi valle!

Pasión de los fuertes

El hHombre tranquilo

Cuna de Héroes

Centauros del Desierto

El Sargento Negro

El hombre que mató a Liberty Valance







jueves, 26 de febrero de 2015

HOMO ERGASTER




https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZNyUXFNHRhwW16kZW61ETVoCH_50N7h-lBWCmZ8uuwVbzXuRwhmvzg495fuIGBwHSVIn29PrwuW3pxJyAYuindUZmZ2faVPYr6ar5zspypeKToKDQXE1FXX948x5xMA58jOsa6-wHeUo0/s1600/descarga+(2).jpg Datación: 1,8 millones de años.

Capacidad craneal: 850-950 cc

Características físicas: Homínido bastante alto en comparación con otros primates, al rededor de 1,8 m.
Pecho estrechado hacia los hombros, ligeramente, en comparación con el nuestro.
El canal entre las vértebras, que conduce la médula espinal, era mas delgado que el actual, en el hombre.
Los huesos del muslo contaban con un cuello más largo para compensar el pequeño canal del parto.
El habla aumentó su complejidad en este homínido, llegando a poder ser articulada aunque esta teoría es discutida actualmente.
El H. Ergaster fue el primer homínido en tener una conciencia comunitaria llegando a tener sentimientos afectivos ante la pérdida de miembros del grupo.
Dentro de la comunidad el H. Ergaster transmitía sus conocimientos de ancianos a jóvenes.
Su alimentación se volvió más carnívora ante la necesidad de esta, debido a la falta de frutos en el supercontinente eurasiático. Esta actividad provocó la evolución del cerebro.
El H. Ergaster consiguió una gran técnica en el tratado de piedras, llegando a tener un gran número de herramientas. 





Investigador que lo descubrió: Richard Leakey


Modo lítico II o Achelense





Ubicación del yacimiento: Lago Turkana (Kenia)


NIÑO DE TURKANA





HOMO HABILIS

Datación: 2,5 millones de años

Características físicas: El cráneo más grande y redondeado, los molares con esmalte grueso, los incisivos espadiformes, un hueco occipital situado más al centro y una reducción de la pelvis (debido a la posición bípeda de las hembras) fueron otras características tomadas en cuenta para determinar que los fósiles hallados en África pertenecía a una nueva especie. El Homo habilis, de esta manera, hoy es reconocido como otra de las especies extintas del género Homo.

Lugar de descubrimiento o yacimiento: Los restos se han hallado en Kenia, en la localidad de Koobi Fora y en Tanzania, en la conocida Garganta de Olduvai.


 

Investigadores: El descubrimiento de sus fósiles tuvo lugar entre 1962 y 1964, cuando Louis y Mary Leakey hallaron sus restos.





Capacidad craneal: 612 cc 

 

Modo lítico I o Olduvayense: Considerando la desaparición de utillaje en materiales perecederos como la madera o el hueso, la panoplia olduvayense más pura se limita al canto tallado (entendido como útil, como núcleo o como ambas cosas) y la lasca (retocada o no), aunque, a medida que éste evoluciona, se le añaden nuevos tipos líticos, más especializados y sofisticados.

 

ORRORÍN

Quién: Orrorin tugenensis
Cuándo: 6,2 – 5,6 millones de años
Dónde: Tugen Hills, Kenia
Qué: varios dientes, dos fragmentos de la mandíbula, tres fragmentos de un fémur, varias partes de un húmero y una falange proximal Su capacidad craneana es de 320-380 cc


Orrorin tugenensis es uno de los miembros más antiguos del árbol evolutivo de la especie humana. Junto a Sahelanthropus tchadensis y Ardipithecus ramidus, ha alimentado durante años un arduo debate sobre cuál de estos tres especímenes se separó de la línea evolutiva de la que derivan los chimpancés actuales.

En 2001, un equipo de investigación liderado por Brigitte Senut y Martin Pickford encontró más de una docena de restos de esta especie en Tugen Hills, una región de la zona central de Kenia.

En 2007 la cifra total de fósiles se acercaba a la veintena y evidenciaban una morfología muy similar a la del chimpancé, pero con algunos rasgos característicos y peculiares. En primer lugar, la dentadura era relativamente pequeña en comparación al tamaño del cuerpo; la dentición difería de la de losAustralopithecus, cuyos molares eran más pequeños alargados en sentido mesiodistal, y de la de Ardipithecus, cuyo esmalte dental era mucho más grueso. Los caninos eran muy simiescos pero de tamaño reducido, como los de los primates del Mioceno y los chimpancés hembra. Orrorin tenía pequeños dientes post-caninos.

La cabeza del fémur es esférica y dispone de una rotación anterior; el cuello elongado y de sección oval, así como la unión con la pelvis, sugieren que Orrorin tugenensis era bípedo. No obstante, el esqueleto postcraneal está adaptado para una locomoción arbórea; aun así, aunque la falange proximal es curva, la distal es de unas proporciones similares a las humanas y, según los investigadores, esto podría estar relacionado con diferentes habilidades manuales.

jueves, 15 de enero de 2015

EL PULGAR DEL PANDA

Sobre el pulgar del panda, Stephen Jay Gould y el mecanismo evolutivo...

Señala el controvertido biólogo evolutivo y paleontólogo Stephen Jay Gould, en su genial ensayo El pulgar del panda (1980), que los órganos bien adaptados, como el ojo, no pueden usarse como prueba de la teoría de la evolución, puesto que este tipo de órganos pueden ser explicados con relativa facilidad en términos de una creación divina o especial. Sin embargo, otros órganos como el apéndice de los humanos o el falso pulgar del panda, sí proporcionan esa evidencia. Se entiende que tales imperfecciones e improvisaciones no serían nunca obra de un creador divino, aun a riesgo de que algún creacionista acérrimo pueda postular la voluntariedad de un dios creador en la propia imperfección.

Aunque el primero en profundizar en el asunto fue Delbert Dwight Davis, publicando en 1964 el ya clásico estudio "The giant panda: a morphological study of evolutionary mechanisms", el falso pulgar del panda alcanzó la notoriedad popular dieciseis años después con la obra de Jay Gould. De forma más reciente, en 2006, un equipo dirigido por Manuel J. Salesa, del CSIC, publicó al mismo respecto el artículo "Evidence of a false thumb in a fossil carnivore clarifies the evolution of pandas", en el cual se estudia a Simocyon batalleri (Viret, 1929), un carnívoro extinto pariente del panda rojo (Ailurus fulgens, Cubiet, 1825), presente en la península ibérica hace nueve millones de años, y que contribuye a conocer mejor la evolución de los pandas por haber desarrollado, de forma paralela, un falso pulgar que le permitía trepar a las ramas más delgadas de los árboles y evitar así el acoso de sus depredadores, entre ellos los tigres de dientes de sable (Smilodon, Lund, 1842).

El panda gigante (Ailuropoda melanoleuca, David, 1896), especie bandera convertida en icono de la conservación, dispone de un pulgar no oponible, como la mayoría de los carnívoros, desde los inicios de su historia evolutiva, cuando se separó del tronco principal de los osos hace unos diecisiete millones de años. Posteriormente, cuando el nicho ecológico en el que se hallaba se transformó y las hojas de bambú pasaron a ser el elemento fundamental de su dieta en detrimento de la carne, disponer de algo parecido a un pulgar oponible con capacidad prensora para arrancar las hojas de los tallos era una notable ventaja adaptativa. Consecuentemente, en A. melanoleuca, un espolón similar a un pulgar se hiperdesarrolló como modificación del hueso sesamoideo radial de la mano, tal como prueban los primeros registros fósiles encontrados y datados en la transición Plioceno-Pleistoceno.

Por supuesto, se trata de una forma más bien torpe de proporcionarle un pulgar al panda, algo que nadie haría ni remotamente si se dispusiera a diseñar el animal partiendo de cero. El mecanismo de la selección natural actúa sobre el animal según como es y lo adapta como bien puede al entorno en el que resulte hallarse. No produce ineludiblemente el mejor organismo,  ni siquiera el más eficiente… sólo aquello mejor que pueda transformar partiendo de lo que tiene a mano. En ocasiones, como en el caso del panda, el resultado presenta un aspecto inexcusablemente provisional.




EL VIAJE DEL BEAGLE

En 1831 fue nombrado naturalista a bordo del hermoso bergantín Beagle en un viaje que duró cinco años por ambas costas de Sudamérica, Galápagos, Tahití, Nueva Zelanda, Australia, Tasmania, isla de Keeling, Mauricio, Brasil y las Azores. Obtuvo el puesto gracias a las gestiones de su profesor de botánica en Cambridge, el reverendo John Stevens Henslow, quien le había hecho ver la importancia de las observaciones científicas detalladas, minuciosas e ininterrumpidas.

El HMS Beagle zarpó de Plymouth al mando del capitán FitzRoy el 27 de diciembre de 1831. Una fuerte tempestad les obligó a regresar y refugiarse en el mismo puerto. La misión consistía en completar el estudio de las costas de la Patagonia y la Tierra del Fuego que el capitán King había iniciado entre 1826 y 1830. Debía cartografiar las costas de Chile, Perú y algunas islas del Pacífico y llevar a cabo un serie de observaciones cronométricas. El 19 de agosto de 1836 partió hacia el Este desde Brasil. Después de hacer escala en Cabo Verde y las Azores, el Beagle arribó a las costas de Inglaterra el 2 de octubre de 1836.



Pinzón de Darwines el nombre con que se conoce a 14  especies diferentes pero estrechamente relacionadas, que Charles Darwin descubrió en las Islas Galápagos durante su viaje en el Beagle. Viven trece especies en las Islas Galápagos y una en la Isla del Coco.
Se creyó en un principio que las diferencias entre estos pinzones tuvieron un papel determinante en la formulación de la teoría de la evolución por selección natural; sin embargo, los escritos de Darwin indican que no fue realmente así. Darwin no creía que fuesen especies con un especial entre ellas y de hecho, pensaba que muchos no eran ni tan siquiera pinzones.
A la vuelta de su viaje en el Beagle, Darwin presentó los pinzones, junto a otras especies de aves y mamíferos que también había recogido en el viaje, a la Geological Society of London, en su reunión de 4 de enero de 1837. Las especies de aves incluidos los pinzones, fueron entregados a John Gould, el famoso ornitólogo inglés, para su identificación. Gould dejando a un lado su retribución informó en la siguiente sesión de 10 de enero que las aves de las Islas Galápagos que Darwin había creído de diversas familias, eran en realidad una serie de pinzones peculiares con suficiente entidad para formar un nuevo grupo en el que se incluían doce especies.